Israel dos Santos Assis, conocido como Pinguim, de 22 años, había sido arrestado por robar huesos de un cementerio de Bahía y prestó declaraciones a la policía sobre el consumo de carne humana. En el interrogatorio, el joven dijo que frió un trozo de pierna humana en una sartén y luego lo sazonó con limón y vinagre.
El hombre se volvió viral esta semana después de que repercusión de un video en el que confesaba haber «sazonado» frijoles con carne humana después de violar las tumbas en los cementerios.
«Traté [la carne humana], la eché en los frijoles… Pero no se puede comer, no. Simplemente mastícalo así y luego tíralo. No me lo tragué, no. Simplemente lo mastica y lo tira, solo para probarlo», relató en las imágenes. «Es dulce, pero no puedes tragarlo, no», continuó. Mira el video aquí.
Fue liberado este viernes (2) tras una decisión judicial y responderá en libertad por violación grave. La condición para ser liberado, sin embargo, es que se presente semanalmente en el Centro de Atención Psicosocial (Caps).
«Israel sufre de problemas mentales. Tiene trastornos visibles, usa medicamentos antidepresivos y está siendo monitoreado por Caps. Sin embargo, actualmente no es imputable. En el futuro, una vez iniciada la acción penal, seguramente será sometido a un chequeo de salud mental para saber si tenía o no una comprensión de lo que estaba haciendo», explicó a Metrópoles el abogado Luan Santos, quien asistió al hombre en el momento de la detención.
Orden
Además, en el interrogatorio al que tuvo acceso el diario, Pinguim dijo que acudió al cementerio por una «comisión», por lo que robó los restos.
A la policía, le mencionó a tres personas que habrían contratado sus servicios para retirar los huesos de las tumbas. El monto que habría recibido era de R$ 180, según él. Según el joven, las piezas serían utilizadas en rituales religiosos.
Israel, sin embargo, terminó siendo arrestado en el acto mientras esperaba que el comprador entregara los huesos.
La cantidad prometida le fue entregada antes del servicio, informó. Israel le dijo a la policía que usó el dinero para comprar zapatos, cortarse el pelo y comer bocadillos. El caso aún está bajo investigación en la 21ª Comisaría Territorial de la Policía Civil de Bahía.
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