Naciones Unidas pidió «máxima moderación» en la frontera entre Israel y Líbano a primera hora del domingo (28) hora local, después de que aumentara la tensión en la región debido al ataque del sábado a los Altos del Golán, que dejó al menos 12 muertos y 29 heridos.
El territorio donde tuvo lugar el ataque está ocupado por Israel. Las autoridades israelíes acusan al grupo libanés Hezbolá de haber llevado a cabo el atentado, que «niega rotundamente» haber disparado los cohetes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han prometido represalias. «Hezbolá pagará un alto precio, un tipo de precio que no ha pagado hasta ahora», dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu, según un comunicado de su oficina. El representante israelí canceló su visita a los Estados Unidos para regresar a la región.
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